Redes 61: “Somos primates (2ª parte)”. Fechas de emisión: 23 y 26/05/10.
Redes dedica de nuevo un programa a los simios. Esta vez suben también a escena los otros grandes primates –los seres humanos– a quien sometemos a las mismas pruebas que plantean los primatólogos a chimpancés u orangutanes. Aunque vivamos hoy muy alejados unos de otros, primates humanos y no humanos tenemos una historia común muy cercana. Las circunstancias y alguna que otra innovación cerebral nos distanciaron, y cada especie evolucionó adaptándose a lo que le he tocado vivir. Junto al primatólogo Michael Tomasello, del Centro de Primates del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, Eduardo Punset repasa las diferencias con nuestros parientes, desde las formas de aprendizaje hasta el concepto de venganza o las habilidades de cooperación.
Redes dedica de nuevo un programa a los simios. Esta vez suben también a escena los otros grandes primates –los seres humanos– a quien sometemos a las mismas pruebas que plantean los primatólogos a chimpancés u orangutanes. Aunque vivamos hoy muy alejados unos de otros, primates humanos y no humanos tenemos una historia común muy cercana. Las circunstancias y alguna que otra innovación cerebral nos distanciaron, y cada especie evolucionó adaptándose a lo que le he tocado vivir. Junto al primatólogo Michael Tomasello, del Centro de Primates del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, Eduardo Punset repasa las diferencias con nuestros parientes, desde las formas de aprendizaje hasta el concepto de venganza o las habilidades de cooperación.
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Actualización
Después de la emisión de la primera parte de “Somos Primates”, hemos recibido algunos comentarios en los que se cuestionaba la ética de mantener a animales en cautividad. A lo largo de todos estos años de conversaciones con los científicos más grandes de nuestro tiempo, en Redes no hemos hecho más que constatar que la diferencia entre los humanos y el resto de los animales es cada vez menos precisa de lo que se creía. “No es una diferencia cualitativa sino de grado”, nos decía el gran primatólogo Jordi Sabater Pi, fallecido recientemente.
Fuente: Redes para la ciencia
Actualización
Después de la emisión de la primera parte de “Somos Primates”, hemos recibido algunos comentarios en los que se cuestionaba la ética de mantener a animales en cautividad. A lo largo de todos estos años de conversaciones con los científicos más grandes de nuestro tiempo, en Redes no hemos hecho más que constatar que la diferencia entre los humanos y el resto de los animales es cada vez menos precisa de lo que se creía. “No es una diferencia cualitativa sino de grado”, nos decía el gran primatólogo Jordi Sabater Pi, fallecido recientemente.
Por ello, consideramos que la preocupación que manifestaron varios internautas en nuestro blog es muy legítima. También pensamos que, en la relación existente entre los humanos y el resto de los animales, existe una variedad enorme de matices que van desde el extremo del maltrato despiadado de animales con fines de entretenimiento o culturales, alimenticios e incluso científicos (por suerte, cada vez más limitado por leyes que se toman en serio este problema) hasta la cara opuesta de esa realidad: personas y organizaciones dedicadas plenamente a la preservación de especies en peligro de extinción, al rescate de animales abandonados o a la abolición de prácticas que se ven desajustadas con la sensibilidad creciente con los animales (existen muchísimos ejemplos, pero nos gustaría destacar el de la Fundación Altarriba o el de Willie Smith).
La información es fundamental para saber discernir los matices entre los distintos casos en los que los humanos nos relacionamos con los animales sin ponerlo todo en el mismo saco. Por ello, hemos preguntado sobre este tema a Josep Call y Pablo Herreros, dos de los primatólogos que colaboraron en la realización de los capítulos “Somos Primates” de Redes.
– ¿De dónde proceden los animales del centro? ¿Sería posible su reintroducción a entornos naturales?
Josep Call: En muchos centros de investigación se utilizan animales rescatados (circos, utilizados como mascotas, etc.) y que no pueden ser reintroducidos en sus entornos naturales. Los grandes simios de Leipzig no se podrían reintroducir a la vida silvestre porque durarían muy poco.
– ¿Qué cuidados específicos se toman en el Centro de Investigación de Primates Wolfgang Kholer del Max Plank Institut y de dónde proceden los animales?
Josep Call: Todos los antropoides de Leipzig proceden de otros zoos y están dentro del programa de conservación europeo de estas especies. La única excepción son la mayoría de chimpancés que vinieron de un centro de investigación de Holanda, donde habían nacido. Ellos también están dentro del programa europeo de conservación de especies.
Por lo que se refiere a los cuidados específicos, los grandes simios en nuestro centro participan de forma voluntaria en cada uno de nuestros estudios. Si no quieren participar no participan y, obviamente, nunca se los castiga privándolos de comida ni de bebida. Tampoco realizamos estudios invasivos y nuestros tests son una forma de enriquecimiento cognitivo.
– ¿Qué efectos tienen sobre los primates los experimentos realizados con ellos?
Pablo Herreros: Está demostrado que su estado psicológico mejora cuando se les involucra en distintas investigaciones. Realizamos modificaciones en su entorno para favorecer su bienestar –es lo que llamamos “enriquecimiento ambiental”–. Se trata de objetos, juegos y dinámicas que aumentan la actividad física e implican “actividad mental”. Existe enriquecimiento de muchas clases y la gran mayoría de los zoos tienen un programa al respecto.
Fuente: Redes para la ciencia
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