¿Te imaginas una tierra sin luna? La fuerza de la gravedad de la Luna mantiene a la Tierra en un equilibrio estable con una inclinación media de 23 grados. Si no tuviéramos la Luna el eje de la Tierra variaría de forma caótica entre cero y noventa grados. Los cambios climáticos serían totalmente drásticos.
La fuerza de la gravedad de la Luna mantiene a la Tierra en un equilibrio estable con una inclinación media de 23 grados. En contraste con esto Marte carece de una Luna grande que lo equilibre, por eso fluctúa sobre su eje. A lo largo de millones de años su inclinación puede variar de cero a noventa grados desestabilizando por completo su clima. Imagínense la Tierra de esta manera.
Si no tuviéramos la Luna el eje de la Tierra variaría de forma caótica entre cero y noventa grados. Los cambios climáticos serían totalmente drásticos, podría decirse que la Luna es el regulador climático de la Tierra. Incluso con la Luna, la Tierra experimenta fluctuaciones en su rotación.
Existe un equipo investigador en Alemania que opina que la razón de que las primeras civilizaciones surgieran en la región del Delta del Nilo y no en el Sahara en donde había grupos humanos más numerosos, se debió a que la inclinación de la Tierra era de menos de un grado a la actual. El frondoso Sahara del norte de África se convirtió después en un terreno marrón y yermo. Aún hoy es el desierto más extenso de la Tierra y el resultado de una fluctuación planetaria. Sin la Luna tendríamos cambios en la inclinación de 20, 30, 40, 50 grados y más, así que compárese esto con ese cambio de inclinación de menos de 1 grado que provocó las migraciones humanas en masa y podrán hacerse una idea de lo importante que este fenómeno es para la existencia de vida en la Tierra.
La variación del clima sería caótica, transformaría bosques en desiertos.
Por lo tanto, el que estemos perdiendo la Luna puede ser motivo de preocupación, ¿Podría convertirse el Sahara en una tundra helada?, ¿Se convertirá la Antártida en un desierto abrasado por el Sol?. Este es el futuro si perdemos la Luna y la Tierra se da la vuelta. Tendríamos veranos increíblemente calurosos, en tierra firme hablamos de temperaturas de hasta cien grados centígrados, por encima de la temperatura de ebullición del agua. Los inviernos sufrirían temperaturas muy por debajo de los niveles de congelación, incluso más fríos que el hielo seco, temperaturas increíblemente bajas. Las placas de hielo avanzarían y se retirarían por el Ecuador, aún peor, a medida que la Tierra se bambolee caóticamente, los casquetes polares se deshielarían, crecería el nivel de los océanos, desaparecerían las islas, todas nuestras ciudades costeras quedarían bajo las aguas. Es un hecho real, la Luna nos está abandonando. Cuanto mas se aleja, menor será su influencia estabilizadora sobre nuestro planeta y más lenta será la rotación de la Tierra. Los días se harán más y más largos.
Una manera de disminuir el efecto del alejamiento de la Luna podría ser mediante la construcción de presas, no en los ríos, sino en los océanos.
Estamos perdiendo la Luna debido a la fricción que causa el régimen de mareas. Si mediante la construcción de presas se redujera el flujo y el reflujo de los océanos podríamos disminuir el retroceso de la Luna.
Igual de atrevida es la idea del difunto Alexander Heibian, de la universidad del estado de Iowa. Su idea era la de secuestrar a una de las lunas de Júpiter y aparcarla en la órbita de la Tierra. Esta luna, Europa, es lo suficientemente grande para realizar el trabajo a la perfección, no reemplaza a la Luna, Europa ayuda solamente a nuestro planeta a mantenerse erguido a medida que la influencia de la Luna disminuye. Se trata de una ficción científica pero tenemos millones de años por delante para desarrollar nuestra tecnología.
Fuertes vientos azotarían todas las regiones del planeta.
Además sin una luna que ralentizase nuestra rotación, la Tierra sería un mundo hostil y frenético. La Tierra tendría una rotación muy rápida, solo con el Sol y sin Luna los días se sucederían muy rápido, a un ritmo tres veces mayor que el actual, saldría el Sol, se pondría, todo esto a una velocidad mayor, todo lo que sucediera durante el día pasaría de una forma más rápida. Un clima atroz, los vientos soplarían a cientos de kilómetros por hora, habría tormentas de arena constantemente, ningún ser humano podría evolucionar aquí.
Existe la posibilidad, de que alguna vez, la Luna nos haya salvado de un impacto fatal.
Aproximadamente una vez cada 100 millones de años se producen extinciones en masa. En el pasado la Luna podría haber servido de escudo a la Tierra contra tales colisiones, pero las posibilidades estadísticamente son muy pequeñas. Pudo haber habido un tiempo en el que la Luna nos protegió, nos salvó al estar en lugar adecuado en el momento adecuado, pudiendo interceptar un impacto que de lo contrario habría hecho muchísimo daño a la vida en la Tierra, es decir, una colisión que habría provocado extinciones en masa.
Ahora que hemos descubierto que hay planetas alrededor de otras estrellas, ¿Qué nivel de importancia tiene la existencia de una Luna para que sean posibles unas condiciones de vida como las de la Tierra? Al parecer la respuesta es un nivel bastante considerable.
Fuente: Documental “Si no tuviéramos Luna” (Discovery Channel).
Más que la Tierra, ningún otro planeta en el Sistema Solar tiene una compañera importante como la Luna. ¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría si no existiera la Luna? Pues es una pregunta muy frecuente. Para contestar ésta y mas preguntas, te invito a conocer algunos de los aspectos más interesantes sobre la importancia que tiene la Luna para con la Tierra en un archivo de Discovery.
Más que la Tierra, ningún otro planeta en el Sistema Solar tiene una compañera importante como la Luna. ¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría si no existiera la Luna? Pues es una pregunta muy frecuente. Para contestar ésta y mas preguntas, te invito a conocer algunos de los aspectos más interesantes sobre la importancia que tiene la Luna para con la Tierra en un archivo de Discovery.