El doctor Lawrence Krauss habla de las nociones preestablecidas que tenemos los humanos, incluso cuando se contradicen con la realidad. Para explicarlo, usa como ejemplo al senador norteamericano Marco Rubio, a quien considera como un hombre razonablemente inteligente y educado.
Ante la pregunta sobre la edad de nuestro planeta, la Tierra, el senador Marco Rubio contesta que es un gran misterio. Krauss no se sabe si de verdad lo cree o está tratando de ser políticamente correcto.
Sea como fuere, el político aboga por enseñar a los niños dos ideas, la creacionista, que estipula que nuestro mundo tienen 6000 años, y la científica, que lo data en casi 5 mil millones de años de antigüedad.
Según el doctor Krauss, muchos pensarán que no se deben ofender las creencias religiosas.
No obstante, para este gran científico, enseñar a los jóvenes que la Tierra tiene 6000 años es como decirles que la distancia de costa a costa de los Estados Unidos es de 17 pies.
El propósito de la educación
Para el doctor Krauss, el propósito de la educación nunca debe ser validar la ignorancia, jamás defenderla ni dimensionarla.
El 50 % de los habitantes de Estados Unidos creen que el Sol gira alrededor de la Tierra, aun cuando está científicamente probado que no es así.
¿Significa eso que hay que enseñar en las escuelas las teorías anti-Galileanas y anti-Copernicanas y decir que la Tierra gira alrededor del Sol? Absolutamente no.
Así pues, es evidente que demasiada gente está interesada en hacer creer a los demás que la Tierra tiene 6000 años, lo que significa que los científicos y profesores tienen que hacer un mejor trabajo en cuanto a física y biología.
Otro gran problema de la educación actual es que mucha gente no reconoce la teoría de la evolución. No obstante, la evolución es la base de la biología moderna.
Es decir, hay que hacer un mejor trabajo educativo a este respecto, pues el objetivo de la enseñanza nunca puede ser validar la ignorancia, sino superarla.
Para el doctor Krauss, no se debería permitir que un senador de los Estados Unidos pueda manifestar sinsentidos con total impunidad en temas de vital importancia, pues es la salud y el futuro de la sociedad lo que está en juego.
Por último, Krauss insiste en decir que la base de la economía futura es la tecnología y la biotecnología.
Si se acepta y promulgan sinsentidos en las escuelas, están garantizando que los jóvenes norteamericanos caerán ante un mundo competitivo que depende de una fuerza de trabajo capacitada que pueda entender y manipular la tecnología y la ciencia.
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