La Dra. Elizabeth Helen Blackburn es bioquímica. Descubrió la telomerasa, una enzima que forma los telómeros durante la duplicación del ADN. Recibió el Premio Nobel en Fisiología o Medicina 2009 –junto a Carol W. Greider y Jack W. Szostak– precisamente por este motivo, por el descubrimiento de la enzima telomerasa y cómo los cromosomas están protegidos por telómeros.
En esta conferencia de TED2017 Elizabeth Blackburn habla sobre la función de la telomerasa: repone los extremos de los cromosomas que se descomponen cuando las células se dividen.
Nuestros cuerpos envejecen, nuestra piel se arruga o nuestro sistema inmunológico se debilita debido al deterioro de los telómeros. Elizabeth Blackburn explica cómo la telomerasa es una buena aliada contra el envejecimiento y la enfermedad.
«Nuestros hallazgos significaban que los eventos de la vida de las personas y la forma en que respondemos a estos eventos puede cambiar la manera en que uno mantiene sus telómeros».
¿Qué hace que los cuerpos envejezcan, que la piel se arrugue, que salgan canas, que el sistema inmunológico se debilite? La bióloga Elizabeth Blackburn comparte un Premio Nobel por un trabajo que descubrió la respuesta, por el descubrimiento de la telomerasa, una enzima que repone los extremos de los cromosomas, que se descomponen cuando las células se dividen.
Obtenga más información acerca de la investigación pionera de Blackburn, que incluye cómo podemos tener más control del que creemos sobre el envejecimiento.
Los telómeros y la telomerasa, la razón del Nobel de Elizabeth Blackburn y Carol Greider
Cuando una célula se divide, parte del material genético situado en los extremos de los cromosomas se pierde, por lo que, como solución, éstos poseen unas estructuras, conocidas como telómeros, compuestas de ADN no codificante, que se encargan de proteger al resto, pues es mucho mejor perder material genético que no codifica nada a permitir que se degeneren las regiones que sí que poseen genes importantes para el desarrollo del organismo.
Estas estructuras ya se conocían cuando Elizabeth Blackburn comenzó sus trabajos como investigadora, pero se sabía muy poco sobre ellos.
Por eso, primero en solitario y después con Carol Greider, a la que se unió en la Universidad de California, comenzó a estudiar las razones por las que estos telómeros se acortaban inevitablemente o se alargaban, prolongando la vida de la célula.
Juntas descubrieron que había una enzima, a la que bautizaron como telomerasa, que tiene la capacidad de alargar estos telómeros, aunque en las células somáticas (no sexuales) ya diferenciadas se inhibe su función, llevando a que cada célula tenga un número máximo de divisiones tras las cuáles comienza el periodo de senescencia.
Gracias a este descubrimiento, pudieron crear telómeros artificiales, que les sirvieron para estudiar la división celular, obteniendo también conclusiones de gran interés, como que las células tumorales no tienen inactiva esta telomerasa, de modo que se siguen duplicando eternamente.