El episodio de "Cosmos: Los Mundos Perdidos de la Tierra" nos devuelve 252 millones años atrás, a un hecho de extinción masiva mucho peor que el asteroide que acabo con los dinosaurios, y que aniquiló 9 de cada 10 de todas las especies que vivieron al final de lo que se conoce como el período Pérmico.
La Tierra era un lugar muy diferente en ese entonces o como el anfitrión Neil de Grasse Tyson nos recuerda repetidamente "El pasado es otro planeta". Las constelaciones en el cielo nocturno eran diferentes, el ambiente era diferente, y también lo eran la flora y la fauna. Se podría definir como la "Era de los Insectos Gigantes".
Existía una gran cantidad de oxígeno en la atmósfera, lo que permitió a estas criaturas prosperar por un tiempo, pero entonces los volcanes siberianos comenzaron a erupcionar de manera incontrolable, lanzando dióxido de carbono y metano a la atmósfera, y la lava fundida a través de millones de kilómetros en la superficie terrestre.
El océano se tornó más caliente y mucho más ácido, y las temperaturas globales se salieron de los límites del calor y el frío. Pocas especies fueron capaces de evolucionar con la rapidez suficiente para adaptarse, esta es la razón por la cual a este periodo a veces se llama la Gran Mortandad.
La formación de los continentes
Para empeorar las cosas, los continentes estaban cambiando también, lo cual cambiaba el curso de las corrientes marinas, generando mayores y más drásticos cambios climáticos. La teoría de la deriva continental fue alguna vez una teoría muy controvertida. Un cartógrafo flamenco del siglo 16 llamado Abraham Ortelius, reflexionó sobre la posibilidad de que los continentes habrían estado unidos como una sola masa gigante de la Tierra. Pero no fue hasta 1912 que Alfred Wegener publicó una hipótesis completa y fue rotundamente ridiculizado por ello.
Sus colegas preferían la noción de puentes de tierra hundida que una vez unieron los continentes. Lo cual les permitía justificar el hecho de que se hubieran encontrado fósiles de las mismas especies extintas en dos continentes separados.
Wegener no estuvo de acuerdo y se convirtió en una especie de paria en la comunidad científica; De hecho, la Asociación Americana de Geólogos del Petróleo odiaba tanto la idea que una vez organizó todo un simposio solo para oponerse a la hipótesis de la deriva continental. Wegener murió durante una expedición a Groenlandia en 1930, sin sospechar que iba a ser considerado uno de los más grandes geólogos en la historia por su perspicacia.
Una mujer de avanzada
La eventual aceptación de la deriva continental se debe en parte a los esfuerzos de la geóloga Marie Tharp, quien sostuvo grados avanzados en Geología y Matemáticas (inusual para una mujer en la década de 1940) y terminó trabajando en la Universidad de Columbia con un colega, Bruce Heezen, donde mapearon la topología del fondo del océano. Él emprendía las expediciones (a las mujeres no se les permitía entrar en los barcos), luego usaba los datos que había calculado con Tharp para confirmar los mapas.
Fue entonces cuando vio lo que hoy conocemos como la Cordillera del Atlántico Medio, una cadena montañosa bajo el agua. En esta parte del episodio podemos observar una secuencia animada donde Heezen le da una palmadita en la cabeza a Tharp y le sugiere que guarde silencio, ya que el descubrimiento de esta cordillera era evidencia de la deriva continental, y que no querían ser asociados con ese loco compañero Wegener.
Afortunadamente, Hezzen publicó los resultados y esto hizo que la teoría de la deriva continental fuera aceptada por la comunidad científica.
Después de una breve incursión para maravillarse con las especies bioluminiscentes que se encuentran en las profundidades del océano en la Fosa de las Marianas, Tyson nos lleva de nuevo a la actual Nueva Jersey, haciendo hincapié en que hay un "mundo perdido" enterrado bajo nuestros pies.
Nuestro futuro es otro planeta
La estabilidad de la Tierra es una ilusión, nos dice, nuestra vida es demasiado corta como para notarla, ya que la geodinámica del planeta juega a lo largo de escalas de tiempo de millones y miles de millones de años. Todavía está cambiando y eso quiere decir que "nuestro futuro es también otro planeta. "
Por supuesto, estamos en un período inusualmente estable, que debe durar otros 50 mil años, excepto que estamos acelerando las cosas al verter enormes cantidades de dióxido de carbono en la atmósfera a un ritmo no visto desde la era del Pérmico.
Nuestra indiferencia imprudente está afectando el clima; sin embargo esto no importará a la Tierra misma, que perdurará mucho después de que la raza humana se haya extinguido. Con este comportamiento solo vamos a hacer inhabitable este planeta para nosotros mismos, acompañando a los dinosaurios, trilobites y un sin número de otras especies en el Salón de la extinción, a menos que tengamos la voluntad de convocar todo nuestro ingenio para que nuestra especie pueda soportar un poco más.
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Mundos perdidos - Cosmos: A Spacetime Odyssey 09 por ReportajesDocumentales
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