El Rincón de la Ciencia, Tecnología y el Conocimiento

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Publicado por El Rincón de la Ciencia, Tecnología y el Conocimiento en Jueves, 21 de julio de 2016

FRASES DE CIENCIA

martes, 11 de octubre de 2011

Química del amor

Hace apenas 13 años, se planteó el estudio del amor como un proceso bioquímico que se inicia en la corteza cerebral, pasa a las neuronas y de allí al sistema endocrino, dando lugar a respuestas fisiológicas intensas.  Científicamente entonces, existe una química interna que se relaciona con nuestras emociones, sentimientos y conductas; ya que hasta el más sencillo de ellos, está conectado a la producción de alguna hormona.  Les invito a explorar la química del enamoramiento y de otros sentimientos que podamos experimentar, es un tema apasionante ya que nos demuestra que el reino de la química tiene alcances insospechados. 

El Dr. Jack Nitschke un neurocientífico que investiga en la universidad de Wisconsin la química del amor dice: “Estamos tratando de cambiar la idea del amor, en cuanto a que es una noción prácticamente celestial, a una que en realidad tiene una base biológica en la que sea posible determinar verdaderamente cuáles son los fundamentos neurológicos de esta emoción positiva”

Los teólogos contemporáneos de Darwin decían que Dios había creado las flores de las plantas, las plumas de las aves, los ornamentos de las mariposas para inspirar la admiración y la devoción de los humanos; pero hoy sabemos a ciencia cierta que las plantas y los animales utilizan una variedad de señales visuales, auditivas y químicas durante el cortejo y el apareamiento. Los pavos reales son un clásico ejemplo de evolución que funciona a través de la selección sexual. Sólo los pavos fuertes, saludables y aptos para la procreación desarrollan la cola más larga con gran número de vistosas plumas y muchos ojos 

Hoy se sabe que el amor como cualquier otra emoción posee un componente biológico detectable mediante análisis de la sangre y observación del cerebro bajo escáner. Cuando nos enamoramos estamos virtualmente locos porque se bajan los niveles de serotonina.

La dopamina, la feniltilamina y la norepinefrina que son los químicos responsables del insomnio, el anhelo, la euforia, la pérdida del apetito, y las fijaciones mentales son segregadas cuando estamos enamorados. 

Al inundarse el cerebro de feniletilamina, éste responde mediante la secreción de dopamina (neurotransmisor que nos impulsa a repetir un comportamiento que nos proporciona placer), norepinefrina y oxitocina que además de estimular las contracciones uterinas para el parto y hacer brotar la leche, es un mensajero químico del deseo sexual, y de esta forma se dan todas las mezclas químicas del enamoramiento.

Los médicos Donald F. Klein y Michael Lebowitz del Instituto Psiquiátrico de Nueva York, afirman que el cerebro de una persona enamorada contiene grandes cantidades de feniletilamina, responsable de las sensaciones y modificaciones fisiológicas que experimentamos cuando estamos loquitos de amor.

Si no desea que se aprovechen de su adicción a la feniletilamina que produce el enamoramiento puede consumir una buena barra de chocolate; pues, se sabe que eleva los niveles de este neurotransmisor; otra alternativa aún más saludable es hacer ejercicios físicos para elevar de manera natural este neurotransmisor. .

Ser adicto al sexo y a las sensaciones producidas por el amor es similar a cualquier otra adicción. Amar por el placer de experimentar los cambios químicos que suceden, sin importar si el ser amado se merece nuestro amor, es una forma de adición como cualquier otra, con todas sus perjudiciales consecuencias.

Cuando hablé de la serotonina dije: Personas sanas, sin desorden siquiátrico o enfermedad médica cuando se encuentran muy enamorados comparten con el paciente siquiátrico una relación común a nivel del sistema serotónico. Shakespeare fue profético al decir: “El amor es sólo una locura” Hoy experimentalmente se sabe que la locura y el enamoramiento son químicamente similares. 

El enamoramiento en la adolescencia es una locura temporal porque el organismo recupera los niveles normales de las sustancias que hacen parte de la química del amor. El mayor índice de separación matrimonial se da en las parejas que se casan demasiado jóvenes porque la decisión es más química que racional.

Si al estar frente a una persona sientes calor, pareces volar, tus pulsaciones se aceleran, tu estómago se hace nudo, sudan las manos, tiemblan las rodillas es porque esa persona logró impresionar a tu amígdala y a otros núcleos emotivos del cerebro que ha dado la orden a tus sentidos para que reaccionen a la posibilidad de apareamiento. Así el hipotálamo te ayude a controlar la situación bochornosa, la corteza prefrontal informa que estas enamorado, que inconscientemente deseas aparearte. 

Un individuo bajo la influencia de la química del amor se siente tan atraído que desea estar con la otra persona así sea sólo para conversar, sonríe por todo, siente que sus palabras son románticas, su sonrisa es tierna y cautivadora, todo en la otra persona le parece agradable. 

El efecto de la química psico-sensorial-emocional-sexual de las feromonas ha hecho su trabajo. En muchos casos de nada sirve el consejo de los padres, parientes y amigos. Bajo el efecto de las feromonas y hormonas nada importa si es vieja o demasiado joven, ni el estado civil ni las condiciones sociales de la pareja. Prima la complacencia emocional y la satisfacción de placeres. 

Los síntomas del enamoramiento son el resultado de complejas reacciones químicas muy similares en todos los humanos, así todos lo creamos único. La cirrosis es una enfermedad del hígado, el enamoramiento es una enfermedad transitoria del sistema nervioso autónomo que involucra el cerebro.

La expresión común entre los enamorados «hay química entre los dos» es muy acertada.

Neurofisiología de la atracción

La atracción comienza con la dilatación de las pupilas cuando miramos a alguien que nos resulta atractivo(a). Si se es correspondido el cerebro de ambos segrega dopamina y el sistema endocrino segrega adrenalina que lleva más sangre de lo normal al estómago causando esa sensación de mariposas; y al fluir más sangre por nuestros cuerpos nos sonrojamos, incrementándose el rojo de nuestros labios y mejillas.

¿Por qué nos atrae determinada persona? Antes de que una persona se fije en otra para entablar una relación amorosa ya ha construido un mapa mental, un molde completo de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de esa persona y no de otra. Algunos sexólogos (entre ellos John Money) afirma que los niños desarrollan esos mapas entre los 5 y 8 años de edad como resultado de asociaciones con miembros de su familia, con amigos, con experiencias y hechos infantiles. En otras palabras, los rasgos esenciales de la persona ideal a quien amar ya están en nuestro cerebro antes de entrar a nuestra romántica adolescencia. 

La imagen del padre, de la madre, de un pariente muy querido o de cualquier otro ser amado del pasado, gravadas en nuestro cerebro, influye en la formación del patrón de las personas que nos resultan atractivas. También sucede que a un nivel inconsciente el cerebro percibe las feromonas o sustancias químicas invisibles, transpiradas por todos los mamíferos en edad productiva y porque identifica si la persona posee buen sistema inmunológico que garantice una prole sana. La voz y los gestos revelan el nivel de testosterona en el hombre o del estrógeno en la mujer que atraen, según las preferencias sexuales. 

En general las mujeres asocian rostros de quijada y frente grande; y cuerpos atléticos con fuerza para defender el hogar y genes sanos para la descendencia sana.

La atracción es también ansia de apareamiento caracterizada por entusiasmo y fijación mental con el recién conocido, incertidumbre y miedo por lo que pueda pasar en términos de formar pareja. 

Advertencia: la atracción bioquímica dura de 2 a 3 años porque las neuronas del sistema límbico terminan por habituarse con la feniletilamina (la anfetamina natural) segregada durante la atracción y a partir de dicha fecha disminuye y es cuando las parejas empiezan a ver los defectos que sólo veían los parientes y amigos.

El padre de la frenología, el médico y anatomista alemán Franz Joseph Gall, a finales del siglo XVIII identificó el área del amor; eso explica porque los amantes se estimulan esa área mientras hacen el amor:

El amor es una especie de demencia necesaria para la conservación de la especie humana, justificable cuando social y culturalmente no habíamos avanzado tanto. Hoy año 2007 las cosas deben ser diferentes. Debemos pensar en el futuro, física y mentalmente, de los hijos.

Es importante estar conscientes de la química del amor para saber distinguir entre necesidad de amar y de experimentar sexo o si en realidad estamos frente a una persona con quien deseamos tener hijos y permanecer juntos ojalá hasta que ellos estén adultos. Hay que saber si sólo estamos teniendo un buen sexo o en realidad sentimos apego.

En un programa de televisión de Discovery Health la antropóloga Helen Fisher dio la siguiente opinión: “Yo no uso la palabra amor porque para muchas personas hay diversos sentimientos y significados del amor. En cambio divido el amor en tres sistemas básicos de apareo-emoción. 



Ellos son: Lujuria, el ansia de satisfacción sexual; segundo, el Amor Romántico, la dicha y euforia del primer amor; y el tercer sistema de emoción–motivo en el cerebro es el Apego, ese sentido de calma, de paz y seguridad que depara una pareja permanente. Son sentimientos muy distintos. 


La Lujuria no es más que el afán de satisfacción sexual que puedes sentirla cuando vas conduciendo tu auto, lees un libro o ves una película, es un deseo, un impulso de apareamiento que evolucionó hace millones de años para impulsarte a buscar lo que hubiera. Pienso que entonces surgió el Amor Romántico para hacer que concentraras tu energía sexual en un solo individuo a la vez. Y ese Apego, ese tercer sistema emoción-motivo, evolucionó para permitir que toleraras ese individuo como pareja el tiempo suficiente para criar un hijo determinado” 

Para la doctora Fisher las etapas del amor tienen base tanto en la química y fisiología del cerebro como en la psicología; porque a las emociones no les corresponde un único sistema en el cerebro, sino múltiples sistemas que mezclan entre sí procesos cerebrales y corporales; con lo que estoy totalmente de acuerdo.

Todo adolescente, hombre o mujer, antes de hacer el amor sin protección contra embarazo debe responderse con absoluta sinceridad: ¿Verdaderamente la amo o lo amo o estoy respondiendo a una necesidad biológica? Antes de responderse recuerde que como adolescente tiene un cerebro cuya corteza prefrontal, la encargada de tomar sabias decisiones, no está plenamente desarrollada y perfectamente conectada al cerebro emocional o sistema límbico. 



También debe tener presente que el amor con apego es una fuerza inspiradora y la más profunda expresión como humanos; y que la simple atracción o deseo sexual es un impulso primitivo y usted es mucho más que un primate que no quiere exponerse a contraer el sida o cualquier otra enfermedad de transmisión sexual y traer hijos sin las más mínimas garantías de ser bien criados y educados.

Mi recomendación si no se está con una pareja estable: sin condón ni pío hasta que sea un adulto y cuando ya lo sea hasta cuando esté frente a la persona con un alto cuociente de compatibilidad como para decidirse a tener sus hijos, antes no, por favor.

Lujuria y apareamiento

Cuando les hablé de los lóbulos cerebrales les advertí que los adolescentes (hombres y mujeres) aún no tienen un cerebro completamente desarrollado. Para decirlo claramente, en la adolescencia la corteza prefrontal no se halla completamente desarrollada y conectada, está incompleta, lo que explica el carácter impulsivo en estos años, el preocuparse por el hoy y el mañana sin importar el futuro, porque ejerce predominio la amígdala. 



La buena y completa conexión entre la amígdala y la corteza prefrontal nos ayuda a regular nuestras emociones, pero esta conexión no se completa si no hasta cuando se termina la adolescencia y comienza la adultez. 

En otras palabras, la naturaleza nos prepara para un apareamiento temprano incrementando la testosterona en los chicos y el estrógeno en las chicas, que dan el aspecto masculino y femenino respectivamente, pero con un cerebro sin desarrollarse y conectarse por completo. 

La testosterona y el estrógeno incrementan el deseo sexual en los chicos y en las chicas respectivamente, hasta tal punto que nublan la razón. Se sabe que los hombres violadores sexuales cometen esta aberrante conducta durante las edades que experimentan mayores niveles de Testosterona.

Rita Carter en su maravillosa Obra EL NUEVO MAPA DEL CEREBRO, dice: “Infinidad de estudios psicológicos han enseñado que la gente metida en el torbellino de esta tormenta hormonal se separa de la realidad más de lo normal, sobre todo cuando se trata de hacer evaluaciones acerca de la persona a quien aman. 



Es muy sabido que son ciegos a los defectos del otro y excesivamente optimistas en cuanto al futuro de la relación. Visto con frialdad, el amor romántico es una forma de locura inducida químicamente y una base desastrosa para la organización social, como bien demuestra el índice de divorcios en el mundo occidental”

O como dijo el griego Antífanes quien vivió entre los años 388 y 311 antes de nuestra era: “Hay dos cosas que el hombre no puede ocultar: que está borracho y que está enamorado” 

Si después de que pasa el efecto químico del sexo y del amor, la incompatibilidad no es tan grande puede sobrevivir la relación gracias al advenimiento de la segunda fase llamado apego. De lo contrario, al sentirse cada vez menos enamoramiento se incrementa la insatisfacción, la frustración, el odio y la inevitable separación o desapego de la que hablaré después. El logro de un matrimonio feliz y de una vida familiar en armonía, sin conflictos ni tensiones perjudiciales es fuente de salud física, mental y social.

Apego

Apego es una sensación de calma y seguridad que se logra cuando la relación amorosa logra su anhelada estabilidad. En esta fase el cerebro incrementa la producción de endorfinas (la Morfina Natural), la oxitocina y la vasopresina, que por lo general se inicia cuando la pareja empiezan a cuidar el primer hijo.


Si desea saber el grado de apego debe descubrir que tan alto es el cuociente de compatibilidad con su pareja. Como hombre he tenido bien claro tres factores para tener una relación estable con mi esposa. Ellos son: uno, ser económicamente responsable; dos, emocionalmente estable; tres, sexualmente complaciente. Estos tres factores se deben cumplir en igualdad de importancia. Fallar en cualquiera de ellos pone en peligro la estabilidad de la relación conyugal. Por ejemplo, un hombre puede ser económicamente responsable, emocionalmente estable, pero si es un pésimo amante, sexualmente hablando, la pareja está en peligro de disolución; un hombre puede ser súper buen amante, ser económicamente responsable pero si es un mujeriego infiel, la unión conyugal tambalea hasta que se rompe; un hombre puede ser fiel, es decir emocionalmente estable y además es sexualmente complaciente, pero económicamente es irresponsable, es un mantenido, es un vago improductivo, tarde o temprano se da la separación. ¿Cómo logro cumplir con los tres factores? La respuesta es simple: Vivo AMPM. Ya lo entenderá cuando decida vivir AMPM. Una mujer que convive con un hombre que cumple los tres factores mencionados está dispuesta a complacerlo en todo. 

Una pareja que vive AMPM fácilmente logra afinidad y similitudes en los de
más factores: ideas religiosas, políticas, hábitos, gustos: música, fiestas, etc. el cuociente de compatibilidad se eleva a 10 sobre 10. 

Los sentimientos de comodidad y seguridad del apego deben ser complementados con los de la pasión amorosa y sexual. El apego es conexión con otro humano que debe consolidarse con el tiempo. Formar pareja debe ser esencial para las mujeres y apropiado para los hombres. 

El apego es una forma de adicción a las emociones que nos proporciona la pareja; por eso cuando la otra persona deja de proporcionarlas el síndrome de la abstinencia nos provoca desapego.

La monogamia es una solución social para una exigencia biológica. En cierta época y región, en la antigüedad, los hombres decidían con quien casarse y las mujeres no tenían más opción que aceptar. Esto era una aberración vista desde la teoría de la selección natural.

En otras etapas de la evolución, la escogencia de pareja para los machos fue una competencia y para las hembras una elección. La hembra al producir pocos óvulos al año se vuelve exigente a la hora de escoger pareja, mientras que los hombres por producir millones de espermatozoides tienen más tendencia a la promiscuidad. Unos investigadores observaron que ante la invitación de hacer sexo, los hombres daban un sí inmediatamente; en cambio, las mujeres siempre dijeron que no y eso teniendo en cuenta que en el experimento, ambos invitadores eran muy atractivos.

El estudio de ratones de praderas, animales monógamos, ha ayudado a encontrar
 el papel de la neuroquímica en el desarrollo del apareamiento de los animales
 y el amor entre los humanos.
 Todd Ahern / Emory University para LN

Te amaré como un ratón de Pradera

Muchos animales también se emparejan de por vida y se ven agobiados cuando se los separa de sus parejas y de sus crías. Para que entienda mi preocupación por la maternidad y paternidad responsable explicaré el comportamiento de los ratones de pradera y qué efecto tiene en la paternidad la inyección de vasopresina y testosterona en los ratones de montaña que abandonan sus crías.

«Te amaré como un ratón de pradera y cuando tengamos hijos me inyectaré altas dosis de oxitocina, vasopresina y de testosterona antes que dejarte y abandonar nuestros hijos»

Esta debe ser la promesa que todas las parejas humanas deben hacerse en el momento de contraer matrimonio o asumir una relación de largo plazo. A estas alturas del partido evolutivo la comunidad científica no tiene la menor duda de que somos animales racionales; y por lo tanto los aspectos neuroquímicos del sexo entre los humanos no son de nuestra exclusividad y muy por el contrario las similitudes con el resto de animales son muy grandes. 

En este orden de ideas los investigadores han encontrado que el paralelismo entre los hábitos sexuales y sociales de los ratones de pradera y los de los humanos es notoriamente parecido. 

Los que estudian por años a los ratones de pradera han observado que muchas de las características conyugales de los humanos responsables, buenos padres y esposos, están presente en este roedor del tamaño de los ratones domésticos. Por ejemplo, los ratones de pradera son monógamos y se unen de por vida, los humanos también tenemos la intención de permanecer unidos en matrimonio hasta que la muerte nos separe; así tristemente tengamos que divorciarnos en años posteriores. Las parejas de ratones de pradera con crías comparten el mismo nido y participan proporcionalmente en los cuidados parentales; así también los humanos compartimos el mismo hogar y nos preocupamos, por igual, madres y padres (obviamente los responsables) en el cuidado de nuestros hijos. 


En el otro extremo comparativo están los ratones de montaña que no son monógamos ni se entregan a la crianza de la prole. La hembra del ratón de montaña abandona con frecuencia a sus crías entre 8 y 14 días después del parto. 


Múltiples pruebas de laboratorio muestran que los ratones de pradera y de montaña comparten un fundamento genético parecido, pero son distintos en sus personalidades sociales porque difieren de manera notable en la distribución de los receptores de la oxitocina y la vasopresina en sus organismos.

Los pocos ratones de montaña que son más maternales y paternales es porque la pauta del enlace de la oxitocina se parece a la del ratón de pradera. En otras palabras, las diferencias en la distribución de los receptores de la oxitocina y la vasopresina entre los ratones de pradera y de montaña marcan la diferencia en sus respectivos comportamientos sociales y conyugales. 

Los investigadores han separado los miembros de parejas de ratones de pradera y después de acercarlos tras semanas de separación han observado que vuelven a juntarse; no así los ratones de montaña. 

Los criadores han observado que después de que el ratón de pradera macho ha copulado con una ratona, se vuelve celosamente agresivo con los demás machos con el propósito de conservar su pareja; y que muy por el contrario los ratones de montaña machos no se muestran celosos después del apareamiento.


La mayoría de los miembros de las parejas humanas después de tener relaciones sexuales se manifiestan posesivos y celosos frente a los intrusos emocionales, muy similar al comportamiento de los ratones de pradera; y salvo excepciones de promiscuidad de algunas personas, en su mayoría las parejas humanas prefieren disfrutar de la intimidad con el compañero o compañera elegida antes que con un extraño.


El nivel de vasopresina sube bastante en los ratones de pradera cuando son padres, volviéndolos protectores y agresivos ante cualquier amenaza. Cuando se administra la oxitocina a ratas se vuelven más maternales y cuando se ha bloqueado la segregación se produce una inhibición significativa de dicho comportamiento. 

En las madres humanas la oxitocina se segrega en el torrente sanguíneo durante el parto y la crianza. Obviamente la oxitocina es solo un eslabón en una cadena compleja de reacciones neuroquímicas para el comportamiento materno humano y que la conducta materna comienza desde el momento que la mujer se entera que está embarazada. 

Cuando los investigadores inyectaron vasopresina en el septum lateral de los machos de ratón de pradera, observaron que pasaban más tiempo con sus crías y muy por el contrario si inyectaban sustancias antagonistas de la vasopresina; también observaron que aparece testosterona para regular la síntesis de vasopresina y que estas dos sustancias eran responsable del incremento de la agresividad de los ratones de pradera con los de afuera y muy amistosos con sus crías y propensos a cuidarlas.

Como ya sabemos que nuestra capacidad para entregarnos al sexo, al amor, cuidar de nuestros hijos y permanecer unidos conyugalmente tiene fundamento biológico; entonces, propongo que las oficinas de bienestar familiar no sólo deben obligar a los padres a que respondan económicamente si no que también les inyecten las dosis necesarias de oxitocina, vasopresina y testosteronas que los hagan buenos padres y a las madres desprendidas de sus hijos sean inyectadas con oxitocina. 

Cuando éramos cavernícolas ambos alimentábamos y cuidábamos a nuestros hijos de los depredadores. Hoy sabemos que la presencia del padre y la madre en la crianza de los hijos proporciona mejor desarrollo cerebral para los niño.

Fuente:
Segmento del Cerebro y Sexo - Nueva Concepción de la Sexualidad Humana
 por Omar Ortiz Esparza-




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