Alguna vez hice el experimento mental de apagar la gravedad. El resultado: en un cuarto de objetos inanimados todo seguiría igual o casi igual. Sólo los objetos deformados por la gravedad en un grado considerable comenzarían a flotar. Un ejemplo obvio de esto sería una pelota de goma. Con gravedad, una pelota estática tiene una cierta deformación por su propio peso. Al desaparecer la gravedad, la pelota “rebotaría” al momento de recuperar su forma esférica. Así sería para todos los objetos, pero sólo algunos se deforman lo suficiente para elevarse por “rebote” cuando la gravedad desaparezca.
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