La Universidad de Newcastle ha modificado genéticamente una bacteria que se encuentra en los sueldos de casi todo el mundo para que adquiera la capacidad de rellenar las aberturas y grietas que se producen en estructuras de concreto. Cuando se encuentra en contacto con el cemento, esta bacteria se reproduce y segrega carbonato de calcio y una especie de pegamento que, juntos, poseen una solidez semejante a la del concreto. Sus creadores afirman que es el fin de las grietas, pero ¿no podrían resultar peligrosas?
Cuando se encuentra en contacto con el cemento, esta bacteria se reproduce y segrega carbonato de calcio y una especie de pegamento que, juntos, poseen una solidez semejante a la del concreto.
La BacillaFilla se desarrolló para alargar la vida útil de estructuras de concreto que ya fueron contaminantes y su reparación afectaría más al ambiente.
“Cerca de 5% de las emisiones de dióxido de carbono se originan de la industria del concreto, por lo que contribuye en gran parte al calentamiento global. Encontrar una forma de prolonger la existencia de estructuras de concreto significaría que podríamos reducir este impacto ecológico y encontrar una solución más sustentable”, dijo la investigadora Jennifer Hallinan.
Hallinan estuvo a cargo del proyecto de nueve estudiantes de las carreras en ciencias computacionales, ingeniería civil, bioinformática, microbiología, y bioquímica que participaron y ganaron medalla de oro en la competencia International Genetically Engineered Machines (iGEM), que organiza el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en Cambridge, Boston.
Bacteria constructora
Los microbios originales, una bacteria común que vive en los suelos, fueron modificados genéticamente para introducirlas en las grietas de concreto y sólo en contacto con él puede reproducirse y reparar la grieta, pero sin correr el riesgo de que se expandan y conviertan en plaga.
La BacillaFilla reacciona con el pH de este material y active un gen que le permite aglutinarse gracias a que excretan cristales de carbonato de calcio, filamentos que refuerzan las fibras y una especie de pegamento que rellenan las zonas dañadas del concreto.
Cuando las bacterias rellenaron por completo el vacío, un gen de autodestrucción colocado por los estudiantes se activa e impide que sobrevivan fuera del concreto.
Hallinan cree que la bacteria “podría ser particularmente útil en zonas de terremotos, donde cientos de edificios tienen que ser derribados porque no disponemos de una forma simple de reparar las grietas y devolverles sus buenas condiciones estructurales." Sin embargo, hay otros factores a tener en cuenta. Por ejemplo, es lícito preguntarse que ocurre con estos bichos una vez que la grieta en la que tan a gusto se han reproducido como conejos está sellada. ¿A donde van? ¿No existe el peligro de que se multipliquen peligrosamente, sellando ranuras que en realidad no son grietas sino partes necesaria de la estructura? Dada la importancia de estas cuestiones, los integrantes del equipo han previsto que la BacillaFilla sólo comiencen a reproducirse cuando están en contacto con el hormigón -"reconocen” el pH específico de este material- y le han adosado un “gen de autodestrucción” que impide que puedan sobrevivir en el medio ambiente.
Cuando la grieta está sellada, la bacteria deja de reproducirse. (Newcastle) |
Todo parece haber sido previsto. Las bacterias llegan a un muro, comienzan a introducirse en las grietas, y “saben” que han llegado al fondo de la misma debido al incremento del número de bacterias a su lado. Esta situación activa el funcionamiento de la colonia, que está compuesta por tres tipos de individuos: los que producen cristales de carbonato de calcio, los que se convierten filamentos de refuerzo y las que producen un pegamento que actúa como agente de enlace y llena el vacío. Sin dudas, se trata de un gran avance que posee el potencial de solucionar un gran problema a la vez que protege el medio ambiente. Solo habría que comprobar a fondo la eficacia del “mecanismo de autodestrucción” incorporado en sus genes para no terminar con enorme problema entre manos.
4 comentarios:
Qué interesante, biología e ingeniería civil de la mano. Gracias por un artículo tan detallado.
Yo utilizo Mastic-Fix para el sellado de juntas de carretera. Es un mástico de betún modificado con SBS y carga mineral seleccionada.
No puedo dejar de recomendar a este grupo de constructores que ofrecen reformas Costa Blanca y construcciones. Mi casa parece otra.
Cuando trabajas con profesionales te aseguras que trabajen con materiales adecuados al suelo donde se trabaja. Eso lo aprendí yo con arquitectos Gandía que me hicieron el edificio desde 0.
Muchas gracias por el contenido. Para los que estamos en este mundo es muy interesante
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