Por: Glenys Álvarez* Editora Neutrina
“Dolor crónico”, dos palabras cuyo real desenlace no queremos experimentar.
Todos sabemos de qué se trata el dolor, conocemos su importancia y sus orígenes; el ser vivo necesitaba una señal aguda que le advirtiera sobre daños en el cuerpo, qué tanto había que detenerse, tratarse y descansar, para no morir. Las enfermedades también llegan con su dolor.
Todos sabemos de qué se trata el dolor, conocemos su importancia y sus orígenes; el ser vivo necesitaba una señal aguda que le advirtiera sobre daños en el cuerpo, qué tanto había que detenerse, tratarse y descansar, para no morir. Las enfermedades también llegan con su dolor.
Como se trata de daños en el cuerpo que exigen reparación, la molestia es compañía y no permite que olvidemos que algo anda mal.
Por otro lado, cuando articulamos dolor con la palabra crónico, el asunto toma otros rasgos a largo plazo.
El dolor se vuelve constante y continuo y se convierte en parte de la vida del paciente; la cantidad de personas viviendo con dolor en el mundo es apabullante. De hecho, la medicina hoy divide dos tipos de dolor crónico: uno es el inflamatorio y otro el neuropático.
Artritis y dolores de cabeza y de espalda son los más conocidos en el primero, este dolor es causado por la inflamación y ocurre por una herida persistente que resulta en un aumento en la sensibilidad de las terminaciones en los nervios que son sensibles al dolor.
El segundo es menos tratable y causa dolor e hipersensibilidad hacia los estímulos debido a daños en los nervios. La diabetes, la quimioterapia y el herpes zorte o culebrilla son algunos de los causantes de este tipo de dolor que es bastante común y que no suele responder bien a los medicamentos con que se trata el primer tipo.
Pues bien, ahora, un equipo de investigadores en la Universidad de Cambridge en Inglaterra, ha identificado un gen que es responsable de regular el dolor crónico. La idea es descubrir tratamientos que bloquean la proteína que produce este gen y así erradicar el dolor.
“Individuos que sufren dolor neuropático no sienten ningún efecto positivo con los tratamientos existentes pues no son efectivos.
Nuestros resultados nos abre nuevas puertas para así buscar formas mejores de elaborar medicinas que bloqueen el gen”, explica Peter McNaughton, autor principal del experimento y director del departamento de farmacología en dicha universidad.
Hace varios años que se conoce este gen llamado HCN2. Se había observado su expresión en las terminaciones de los nervios que son sensibles al dolor, sin embargo, los investigadores no conocían esta función de regular el dolor porque se habían ido por otro lado.
Sucede que existe un gen similar que se llama HCN4 y que es conocido porque controla la frecuencia eléctrica cardiaca en el corazón; pues los científicos pensaban, por eso, que el HCN2 se encargaba de la misma función pero en los nervios sensibles al dolor.
“Ingeniamos una forma de remover el gen HCN2 de los nervios sensibles al dolor y, más tarde, realizamos experimentos utilizando estímulos eléctricos en células en el laboratorio para observar y medir las reacciones y las propiedades que habían sido alteradas al erradicar el gen.
Después de obtener resultados positivos con estos experimentos in Vitro, nos mudamos a análisis genéticos en ratones modificados donde el gen se les había eliminado, con ellos medimos la velocidad con que se retiraban de estímulos dolorosos”, explica.
Los resultados son bastante sugerentes porque nos enseñan los recovecos distintos que tiene el cuerpo y las diferentes herramientas que utiliza para controlarlos.
Erradicar el gen HCN2 de los ratones eliminó el dolor neuropático en ellos, sin embargo, muy bueno e importante, no borró el dolor agudo, ese que es provocado por una herida espontánea o un trauma, como cuando colisionamos el dedo gordo del pie con algún borde de la cama u otro objeto.
Esta ausencia de interferencia entre ambos dolores es realmente vital ya que, como dijimos al principio, estas señalizaciones dolorosas son parte del proceso de sobrevivir y bastante necesarias.
“Si es posible bloquear con el tratamiento un tipo de dolor y otro no, el resultado y la aplicación serán realmente eficaces y provechosas”.
Los resultados fueron publicados en la edición del 8 de septiembre en el diario Science: www.science.com
Identifican gen de El Que Regula El dolor Crónico
*Periodista científica fundadora y directora de Editora Neutrina
3 comentarios:
Seria maravilloso poder regular el dolor cronico,porque podriamos vivir nuestra vida mas agadable,porque es un infierno vivir con este dolor
Seria un sueño hecho realidad....ojala no valoren si tiene beneficios y se pongan manos a la obra,,,pues vivir con este quemazón seria un milagro....Salud-os y animos a tod@s los afectados con dolor neurópatico-cronico:-)
Queria decir sin este quemazónnnn.!!!
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