Pero la 'simpatía' se relacionó con un menor uso de servicios de salud más adelante, señala un estudio
LUNES, 14 de noviembre (HealthDay News) -- La agresividad en la niñez se asoció con una peor salud en la adultez, y se debe reconocer como un riesgo de salud, señala un nuevo estudio.
Los investigadores siguieron a más de 3,900 personas en la provincia canadiense de Quebec que estaban en primero, cuarto y séptimo cursos entre 1976 y 1978, y que recibieron atención de salud entre 1992 y 2006.
Los resultados mostraron que la agresividad en la niñez se relacionaba con un aumento de 8.1 por ciento en las consultas médicas, un aumento de 10.7 por ciento en las lesiones, 6.2 por ciento más visitas a especialistas, 12.4 por ciento más visitas a departamentos de emergencias, y un aumento de 44.2 por ciento en los problemas de salud relacionados con el estilo de vida, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y la dependencia del alcohol.
También hallaron que la agresividad infantil en las niñas llevaba a un mayor uso de servicios ginecológicos cuando eran mujeres jóvenes de 18 a 23 años de edad.
El estudio aparece en la edición del 14 de noviembre de la revistaCanadian Medical Association Journal.
"La agresividad infantil predijo directa y positivamente el uso general de servicios de salud en la adultez para los participantes de este estudio, además del número de visitas que realizaron a especialistas, departamentos de emergencias y dentistas, el número de veces que fueron admitidos al hospital, y el número de consultas médicas que realizaron debido a enfermedades y lesiones relacionadas con el estilo de vida", señalaron en un comunicado de prensa de la revista la Dra. Caroline Temcheff de la Universidad de Sherbrooke en Quebec, y colegas. "Estas asociaciones se observaron incluso cuando se controló por los efectos del sexo, la educación y la pobreza de los vecindarios".
Por otro lado, la "simpatía" infantil se asoció con un menor uso de servicios de salud.
"Nuestros resultados confirman que hay características conductuales específicas, identificables en la niñez, que pueden tener consecuencias duraderas en la salud física y predecir un mayor uso de servicios de salud en la adultez", escribieron los investigadores. "La agresividad infantil se debe considerar un riesgo de salud cuando se diseñen intervenciones para mejorar la salud pública, sobre todo las que se dirigen a niños y familias".
"Abordar las conductas problemáticas en la niñez y enseñar las formas adecuadas de interactuar, el autocuidado y las estrategias de afrontamiento a los niños vulnerables probablemente requiera de una intervención preventiva para mitigar los riesgos de salud a largo plazo", concluyeron.
En un editorial acompañante, la Dra. Sarah Stewart-Brown, de la Universidad de Warwick en Inglaterra, teorizó que la agresividad infantil es una respuesta a un ambiente estresante. Aunque los programas escolares diseñados para mejorar las habilidades sociales y emocionales son importantes, apuntó que los programas sobre una mejor crianza podrían resultar en el mayor cambio.
Más información
La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) ofrece más información sobre los niños y la conducta agresiva.
Artículo por HealthDay,
© Derechos de autor 2011, HealthDay
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