Autor: CNN el Lun, 30/01/2012 - 12:27.
En México, este novedoso desarrollo científico ofrece una esperanza para combatir el cáncer cerebral. En la recámara de su departamento, en la Ciudad de México, la doctora Tessy López Göerne crea una nueva rama de la ciencia.
Se trata de la nanomedicina catalítica una disciplina que permite inyectar partículas de algunos nanómetros (millonésimas de milímetro) en un tumor cerebral para matar células cancerosas, una por una.
López trabaja en su casa y no en el laboratorio de alguna institución debido a que hace casi dos años sufrió un infarto cerebral que afectó la movilidad de su cuerpo.
Sin embargo, su proyecto continua por medio del teléfono, internet y las visitas constantes de su equipo de colaboradores del Laboratorio de Nanotecnología que sostiene la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
La nanomedicina catalítica tiene sus raíces en una cinta de ciencia ficcón, de acuerdo con Dianey Clavijo, profesora en la Universidad Nacional de Colombia y en Unisanitas, "en 1966, se estrenó El viaje fantástico, película donde, para salvar la vida de un científico, un equipo médico es miniaturizado e inyectado en el cuerpo del hombre.
Pasaron varias décadas para que la ciencia ficción pudiera ser real. El primer avance ocurrió en 1981, cuando los físicos Gerd Binnig y Heinrich Rohrer crearon el primer microscopio de efecto túnel que, por medio de una aguja delgada, puede observar átomos individuales. Más tarde, se descubrió que el "efecto túnel" podía servir para manipular materia a nivel atómico.
El siguiente paso ocurrió en 1991, cuando el japonés Sumio Iijima encontró que, con electricidad, podían manipularse átomos de carbono para crear tubos microscópicos.
Nadrian C. Seeman, doctor de la Universidad de Nueva York, diseñó un aparato capaz de interactuar con el material genético de un organismo para manipularlo, lo cual abrió paso a la intervención directa en las células de un ser vivo.
Las tijeras moleculares
La nanotecnología tiene efectos curativos de diferentes maneras: en unos casos, puede insertarse en una célula y liberar un medicamento; en otros, una nanopartícula puede intervenir directamente en el funcionamiento de una célula enferma. Incluso, al ser bañada con radiación, es capaz de emitir calor y matar a una célula defectuosa.
El ataque de las células
El glioblastoma múltiple, una enfermedad elegida por la doctora López para tratar con nanotecnología, es un cáncer de tratamiento incierto.
Un estudio realizado por médicos del Hospital Ángeles del Pedregal, en la Ciudad de México, encontró que se trata de un cáncer de cerebro poco común (entre 2.5% y 5% de todos los casos).
La idea de López es inyectar en el tumor algunos miligramos de nanopartículas; no obstante, queda una duda: ¿cómo identifican las nanopartículas a las células enfermas? De acuerdo con la doctora Mayra Álvarez, una de sus colaboradoras, las células cancerosas tienen características químicas especiales en su superficie que las hacen receptivas a las nanopartículas, por lo que solo aquellas enfermas permiten su paso.
"Pasamos dos años probando decenas de sustancias para encontrar la que reaccionara positivamente contra las células tumorales", señala Álvarez.
A pesar de ello los resultados en ratones han sido sorprendentes. "A los 30 días de la inyección de las nanopartículas, el tumor se reduce entre 50 y 80%. Incluso, en los ratones que hemos dejado vivir más, el tumor prácticamente ha dejado de existir".
Sin embargo, pasará tiempo antes de que las nanopartículas de la doctora López estén disponibles en el mercado. Actualmente, están preparando el protocolo clínico para someter el tratamiento a pruebas con humanos; después, iniciará un proceso de cuatro etapas de pruebas que llevarán, tal vez, hasta cuatro años más.
El equipo de Tessy López no solo está trabajando en combatir el cáncer de cerebro. En forma paralela, trabaja en terapias contra la epilepsia y el mal de Parkinson.
Efectos nanomédicos
Las nanopartículas pueden combatir el cáncer de diversas maneras:
1) Entrega de medicamentos. Gracias a su tamaño, pueden encerrar dosis de medicamento que pasan por las barreras de las células cancerosas.
2) Reacción energética. Las nanopartículas metálicas dentro de una célula cancerosa reaccionan al ser bañadas con radiación, lo cual crea calor, que destruye la célula cancerosa.
3) Interferencia celular. Las nanopartículas dañan la célula enferma por dentro y precipitan su muerte.
Fuente: http://mexico.cnn.com/salud/2012/01/29/la-nanomedicina-produce-milagros-en-pacientes-con-cancer
EA
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