Europa Press
Las tormentas solares podrían poner en peligro la superficie lunar, según un estudio elaborado por científicos de la NASA, que destaca que las eyecciones de masa coronal del astro están erosionando al satélite de la Tierra. Además, los expertos advierten que también podrían estar afectando a la atmósfera de planetas como Marte, que no están protegidos por un campo magnético global.
Las tormentas solares son ráfagas intensas de viento solar, una difusa corriente de gas eléctricamente conductivo --llamado plasma-- que es expulsado hacia el exterior desde la superficie del Sol hacia el espacio. Un llamarada de gran potencia puede contiene alrededor de mil millones de toneladas de plasma en movimiento a velocidades de hasta un millón de kilómetros por hora, formando una nube que, muchas veces, alcanza el tamaño de la Tierra.
Aunque ya se conocían las consecuencias que este fenómeno puede provocar en la Tierra, ya que puede alterar su campo magnético, la nueva investigación de la NASA señala que la Luna también podría verse afectada. Así, señala que el satélite tiene sólo una "ligera brizna" de atmósfera, llamada técnicamente exosfera, y que es tan tenue que la hace vulnerable a las llamaradas. Concretamente, los rayos impactan en la superficie lunar y los átomos de la superficie se expulsan en un proceso llamado "sputtering".
Uno de los autores del equipo, William Farrell, ha indicado que "cuando la nube, consecuencia de la tormenta solar, golpea la Luna actúa como una tormenta de arena y elimina muy fácilmente los materiales volátiles de la superficie". Con los cálculos que maneja la agencia espacial nortemericana, los expertos predicen que "entre 100 y 200 toneladas de material lunar desaparecer de la superficie lunar en el equivalente a dos días con una sola llamarada".
Del mismo modo, ha indicado que las eyecciones solares son eficaces en la eliminación de material lunar no sólo porque son más densas y más rápidas que el viento solar normal, sino también porque que se enriquecen de iones pesados. La investigación señala que el viento solar típico está dominado por iones de hidrógeno ligero (Protones). Sin embargo, un ion de helio más pesado y, por lo tanto, con mayor carga eléctrica, puede arrastrar decenas de veces más átomos de la superficie lunar de un ion de hidrógeno.
El equipo utilizó datos de las observaciones satelitales que revelan este enriquecimiento. Por ejemplo, los iones de helio suponen el 4 por ciento del viento solar normal y las observaciones revelan que durante una tormenta solar puede aumentar a más del 20 por ciento.
Se trata de la primera vez que una investigación sobre tormentas solares estudia las consecuencias que pueden suponer para la Luna. Pero, a raíz de esta investigación, los científicos también ha hallado que el satélite no es el único cuerpo celestial afectado por este fenómeno.
Así, se ha registrado que Marte también podría ser una víctima de las llamaradas solares y es que, aunque el planeta rojo sí que tiene atmósfera no cuenta, como la Tierra, con un campo magnético global y sólo hay ciertas áreas de su superficie magnetizadas. De este modo, las llamaradas que coincidan con estas zonas "menos protegidas" erosionarían su superficie.
Fuente: Canarias7.es
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