El Rincón de la Ciencia, Tecnología y el Conocimiento

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Publicado por El Rincón de la Ciencia, Tecnología y el Conocimiento en Jueves, 21 de julio de 2016

FRASES DE CIENCIA

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Ben Goldacre: Luchando contra la mala ciencia

Ben Goldacre: “Pagar por píldoras mágicas es una especie de impuesto voluntario a la ignorancia científica”

El médico y divulgador británico Ben Goldacre lleva años siendo el azote de las pseudociencias, los  remedios milagrosos y las malas prácticas en el periodismo científico.

Su libro "Mala Ciencia" llega ahora España como una recopilación de los casos más flagrantes de falta de rigor y de escrúpulos a los dos lados del tablero: el de los que engañan y el de los que informan sin contrastar la veracidad de los hechos.
Ben
La batalla del médico y divulgador Ben Goldacre contra el engaño y las pseudociencias comenzó en el año 2003 desde las páginas del diario The Guardian. Goldacre, que nos atiende por teléfono desde su despecho de Londres, ha arremetido desde su columna y desde su blog ("Bad Science") contra los homeópatas, los falsos curanderos, los periodistas alarmistas, y ha recibido un buen puñado de denuncias judiciales. Su voz ha servido para denunciar las informaciones interesadas sobre la vacuna triple vírica y señalar a los falsos "nutricionistas" y los "vendemotos" que asoman de vez en cuando a los medios de comunicación. La editorial Paidós acaba de publicar la versión en español de su libro "Mala Ciencia", en el que se recopilan algunos de los episodios más llamativos de estas malas prácticas en los últimos años.

Pregunta. Últimamente le veo un poco pesimista, ¿estamos perdiendo la batalla contra la mala ciencia?

Respuesta. No creo que ganemos nunca y tampoco estoy deseando ganar. No me importa que a alguien le timen o que se gaste el dinero en pastillas, me divierte pensar que es una especie de impuesto voluntario sobre la ignorancia científica. Lo que hago lo hago porque considero que la pseudociencia es interesante, creo que dice mucho sobre el papel de la medicina y de la cultura científica de tu país que la gente sea entusiasta de las píldoras mágicas. Creo que es más interesante que perjudicial.

P. Pero, ¿no es paradójico que en los tiempos de mayor avance de la Ciencia haya tanta proliferación de la superstición y lo mágico?

R. Sí, es raro. Creo que tiene que ver con que la Ciencia está ahora tan avanzada que realmente muchas personas tienen que hacer una especie de acto de fe, porque la tecnología parece como una caja negra para la gente. En los años 50 sabías cómo funcionaba un motor y podías arreglar el coche de la familia, hasta podías abrir tu aparato de radio y entender cómo funcionaba. Hoy en día, la tecnología que estamos usando tú y yo para hablar (Skype), o el teléfono móvil que la gente usa para comunicarse, es todo tan completamente avanzado que se convierte en opaco y de ahí pasa a convertirse en siniestro y en una amenaza intelectual, porque no lo entiendes. No entiendes el cacharro que tienes en tu bolsillo y hay otra gente que parece capaz de entenderlo. Y eso es intelectualmente amenazante, influye en el resto de tu visión sobre la ciencia y produce una sensación de extrañeza en las personas.

P. ¿Es por eso que gustan tanto las teorías de la conspiración en nuestros días?

R. Creo que es parcialmente cierto. A menudo, especialmente cuando hablo de los fallos de la industria farmacéutica o de las terapias alternativas, la única crítica realmente sólida que tienen muchos es que esta gente gana dinero con ello y por eso no se puedo fiarme de ellos. Y aunque es verdad, no es la forma más interesante en que la gente puede ser engañada. Creo que el diablo está en el detalle y una de las cosas que he querido hacer con este libro, y con las columnas y todo lo que escribo, es usar la pseudociencia como una manera de explicar cómo funciona la ciencia. Solo cuando ves cómo la gente puede diseñar las pruebas de un tratamiento para obtener un falso positivo puedes entender cómo diseñas una prueba correcta de un tratamiento. Y el propósito que persigo es usar estas malas prácticas como una manera de explicar cómo hacer buena ciencia.

P. Se puede decir entonces que hay mala ciencia también en la ciencia…

R. Por supuesto. Primeramente, todo experimento científico tiene algunos defectos en la manera en que fue diseñado. El estudio podía haber sido más grande, o haberse hecho más ajustes. Toda ciencia implica inevitablemente que habrá algunas imperfecciones, lo interesante es ver cómo me están contando los resultados, si el estudio describe fielmente esos defectos o pasa por encima de ellos. La Ciencia no consiste en aceptar las conclusiones de un estudio, la ciencia consiste en explicar los detalles de qué se ha hecho y cómo se ha hecho, cómo se ha medido, y separar después la explicación de por qué defiendes esa teoría concreta. Por ejemplo si un científico viene y dice que “X e Y son verdad”, eso no es suficiente para mí, quiero saber por qué piensan que X e Y son ciertas y qué experimentos se han hecho. No quiero oír simplemente a una figura de autoridad con una bata blanca, o una falsa bata blanca, contándome las conclusiones, quiero que me explique qué experimento ha hecho, cómo y por qué.

P. Justamente ese argumento de autoridad es el que buscan las pseudociencias cuando tratan de disfrazarse de Ciencia.

R. Sí, es cierto. Es una especie de parodia de la Ciencia la manera en que las terapias alternativas se presentan a sí mismas, solemos ver una especie de caricatura, un pantomima teatral de la ciencia más que ciencia genuina. Por ejemplo, es común ver a los terapeutas usando deliberadamente terminología complicada para confundir a la gente, cuando lo que hace la gente que investiga en ciencia real es tratar de hacer su trabajo más comprensible para el público. Entre los terapeutas alternativos ves esta especie de modelo de los años 50, de serie B y películas en blanco y negro de ciencia ficción. Quieren hacer ver la gente que tienen acceso a grandes conocimientos que están vedados para ellos, convierten la ciencia en una especie de culto cargo.

P. Teniendo en cuenta las evidencias científicas, ¿cuál es la diferencia entre la homeopatía y la magia o la brujería?

R. Creo que en algunos aspectos hay muy poca diferencia. En esencia, las pastillas homeopáticas no funcionan mucho mejor que las pastillas de azúcar de placebo, y eso es lo que son. El único ingrediente activo que tienen es la creencia en que funciona, el único poder es el que ponen en la imaginación de la gente. Pero creo que la razón por la que estos fenómenos me interesan es porque no se presentan honestamente como magia, sino que se presentan falsamente como supuestos hombres y mujeres de ciencia. Y por eso es un problema.

P. Hay gente que se plantea que, puesto que sólo son placebo y no hacen ningún daño, por qué no aceptarlo…


R. No quiero vivir en una sociedad que acepte cosas que son claramente falsas, donde las autoridades o los médicos permitan esto. Si los doctores recetan placebo a sus pacientes hacen mucho daño a la medicina, porque para que la pastilla de placebo funcione tienes que engañar al paciente. Creo que es muy importante que los médicos no mientan a los pacientes, aunque crean que la homeopatía funciona, en cuyo caso están mintiendo por incompetencia o ignorancia. Deben decirles la verdad, si toman la costumbre de mentir generarán la impresión de que todos los hacen, tienen una responsabilidad.

P. ¿Cuántas acciones legales tiene pendientes? Porque le han demandado unas cuantas veces…

R. Sí, pero lo cierto es que nunca he perdido. Y nunca he perdido porque trato de ser correcto sobre todo lo que digo y hablo de lo que hacen las personas, de sus ideas y prácticas, no de sus personalidades, ni de su vida privada. Pero llevas razón, en muchas ocasiones me han demandado y he recibido quejas en el periódico y en todas partes. Tengo demandas de periodistas, de terapeutas alternativos, de la industria farmacéutica, del gobierno… Tengo que lidiar con abusos, chantajes y todo tipo de cosas ridículas de las que me han acusado. Pero si alguna vez me equivoco no será de mala fe y no tendré inconveniente en reconocerlo. Creo que es totalmente normal que alguien que escribe miles de palabras cometa un error ocasional. Y he corregido muchas veces, nunca cuando he sido amenazado por alguien. La diferencia es que la gente la que yo he denunciado todos estos años no está dispuesta a reconocer ningún error. Habría sido fácil y me habrían dejado sin historia. La historia divertida está muchas veces en ver cómo defienden lo indefendible.

P. ¿No le da miedo? Estas empresas tienen muchos abogados y usted está solo.

R. Bueno, no tengo nada que perder. Cuando alguien me denuncia todo lo que pierdo es que tengo que perder algo de tiempo con eso. Cuando me ponen una denuncia tengo que aprender tantas nuevas cosas que me he documentado mucho mejor sobre ellos, porque me obligan a trabajar con más detalles y descubro mucho más sobre su comportamiento.Mathias Rath, el vendedor de píldoras de vitaminas,  se convirtió en un capítulo del libro cuando me denunció, y ahora tengo material para escribir un libro completo si quisiera.

P. ¿Hay alguna esperanza para el periodismo científico? Porque leyendo su libro, como periodista, uno se queda con una impresión deprimente.

R. Por supuesto hay periodistas científicos buenos y malos. Creo que uno de los mayores problemas es que los periodistas han sido muy reacios a criticar el periodismo científico engañoso. Tengo incluso compañeros muy buenos periodistas de medicina o ciencia que solo me piden desesperadamente que me calle. Me dicen que debería dejar de escribir mi columna y en lugar de ello entrenar a periodistas. Quieren que sea agradable y que deje de señalar con el dedo los problemas, y lo encuentro muy decepcionante. Creo que la gente que trabaja en periodismo y ve los engaños debería levantarse y señalarlo porque la gente real del mundo real toma decisiones reales sobre su salud basadas en la información que le damos en los periódicos, en las revistas o en los programas de televisión. Cuando le damos información engañosa sobre salud, la gente toma decisiones erróneas y esto causa muertes y sufrimiento innecesario. Creo que los periodistas que dicen “cállate” en respuesta a gente como yo están reforzando estos problemas.

P. ¿Qué papel puede tener Internet en todo esto?

R. En ese aspecto soy muy optimista, la red es un lugar donde cualquiera puede levantarse y empezar a comunicar sobre ciencia. Lo mejor es cuando la gente que trabaja en ciencia puede empezar fácilmente a escribir y contar su propio trabajo. Todo ese material es increíblemente poderoso y estoy muy emocionado al ver la cantidad de ciencia popular que prolifera en Internet… porque ya no necesita pasar por el filtro de los periodistas científicos, los científicos se comunican directamente con el público. Creo que es muy bueno que la gente tenga ahora más acceso que nunca a estos contenidos sobre ciencia. Soy un entusiasta de este fenómeno.

P. Pero, ¿cuál es el error de los periodistas, la búsqueda de titulares o que no conocen nada de ciencia?

R. Creo que es una gran mezcla y que es diferente cada vez. A veces es problema del sistema, que es muy complejo. En ocasiones los editores tienen un concepto muy pobre de sus lectores cuando se trata de ciencia. Dan información detallada sobre economía o sobre fútbol, pero no permiten ningún detalle sobre informaciones interesantes de ciencia. Otras veces hay problemas con periodistas particulares que quieren ganar dinero y llamar la atención porque piensan que es bueno para su carrera. Y en algunos casos me ha quedado muy claro que los periodistas sabían lo que la evidencia decía pero lo distorsionaron a conciencia y eso es extremadamente cínico y muy preocupante. Pero no me interesan los motivos, o la vida mental de un periodista patético concreto que escribe una historia falsa sobre vacunas, me interesa más conocer cómo manipulan las cosas.

P. ¿Qué consejo le daría a un periodista científico que esté empezando?

R. Creo que lo más importante que puede hacer es tener el máximo número de trabajos que pueda, para no depender de una sola persona. Debes evitar verte en esa situación en la que te dices “bien, ésta es una historia estúpida, pero tengo que escribirla porque tengo que pagar el alquiler”. Ahí es donde está el verdadero peligro. Si quieres tener integridad debes tener independencia. Y para eso puede que tengas que hacer algunos sacrificios en términos de ingresos. Me sorprende cuando mucha gente me dice que en periódicos como el Daily Mail la situación que se vive en la redacción es difícil y tienen que escribir historias como ésas… Y yo pienso, mira, el Daily Mail paga mucho mejor que cualquier periódico en el que yo haya estado. Si quisiera, podría ir allí y escribir historias que no supiera si son del todo correctas, pero elijo no hacerlo. Suena obvio, pero si quieres asegurarte de que escribes historias con las que te sientes cómodo, debes asegurarte la independencia.

P. Por cierto, ¿está trabajando ya en su próximo libro?

R. Sí, estoy escribiendo un libro sobre la industria farmacéutica. Saldrá el año que viene. Creo que puede ser muy interesante.


Vídeo:
Ben Goldacre - TEDGlobal 2011

Todos los días salen nuevas noticias de consejos para la salud, pero ¿cómo se puede saber si están en lo cierto? El médico y epidemiólogo Ben Goldacre nos cuenta, a gran velocidad, las formas en que puede tergiversarse la evidencia; desde afirmaciones totalmente obvias de nutrición hasta trucos muy sutiles de la industria farmacéutica.

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