El Rincón de la Ciencia, Tecnología y el Conocimiento

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Publicado por El Rincón de la Ciencia, Tecnología y el Conocimiento en Jueves, 21 de julio de 2016

FRASES DE CIENCIA

sábado, 1 de octubre de 2011

Cada minuto que pasa, 300 millones de células mueren en tu cuerpo




Lo cual no es mucho si contamos los billones y billones de ellas que poseemos y miles de millones que producimos diariamente. 

Por: Glenys Álvarez*  Editora Neutrina 

De hecho, las células que protagonizan esta noticia de hoy pertenecen a un tipo que puede durar vivas desde horas hasta años; estos llamados glóbulos blancos, diferentes a los rojos porque carecen de pigmentación, se llaman neutrófilos y son las células más abundantes en el cuerpo, de hecho, hasta un 75% puede estar conformado de neutrófilos. 

Pues bien, una célula tan popular ha sido bien estudiada. Se sabe que, por lo general, los neutrófilos se encuentran en el torrente sanguíneo pero pueden migrar hacia otros tejidos, más aún, estas células son las primeras en llegar al lugar cuando detectan la presencia de un invasor. 

Es la principal tarea de los neutrófilos, la fagocitosis, que sencillamente quiere decir que devoran hongos y microbios invasores, los capturan en su membrana y los degradan; indisputablemente, son muy buenos interviniendo y eliminando inflamaciones. Sin embargo, desde hace varios años se ha observado un enlace notable entre niveles elevados de estos neutrófilos y altos grados de invasión de tumores en pacientes con cáncer; además, científicos apuntaron que los neutrófilos juegan un papel realmente esencial durantes las primeras etapas del desarrollo de un tumor maligno.

Ahora, científicos en el Instituto de Investigación Scripps en la Universidad de California en San Diego, han confirmado este papel que abre nuevas estrategias para atacar la enfermedad; especialmente tumores cancerígenos que comienzan a desarrollarse, como las metástasis esperadas. 



“Este no es nuestro primer estudio sobre los neutrófilos y el cáncer, habíamos demostrado que estos glóbulos blancos de la médula que son los primeros en responder a una inflamación y promover el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en tejido sano, también lo hace en tumores malignos. Al promover la producción de estos vasos en el tumor, los neutrófilos hacen posible que el tumor se extienda”, explica Elena Deryugina, una de las autoras del estudio.

Así como hacen con la inflamación, que corren a ver qué ocurre, así se mueven los neutrófilos cuando un tumor comienza a formarse. Pero sabemos bien que la célula es una poderosa máquina que está conformada de muchas partes que interactúan con el cuerpo, los glóbulos blancos en general, por ejemplo, manufacturan una enzima (MMP-9) que ha sido enlazada al desarrollo de tumores también. 

Pero algo curioso ocurre, nuestros particulares glóbulos blancos, los neutrófilos, entre todos ellos, producen un tipo de esta enzima que es especialmente potente.


“Esta enzima es producida libre por los neutrófilos, no viene anclada con agentes inhibidores y reguladores, como los creados por otros tipos de células”, explica James Quigley, otro de los autores. 


Los neutrófilos traen esa poderosa enzima con ellos y sin inhibidores; suelta y libre. Para demostrar el enlace entre los neutrófilos, la desinhibida enzima y el crecimiento y la expansión de estos tumores malignos, el equipo transplantó dos tipos distintos de tumores en sus más tempranas etapas de formación en los embriones de pollitos y ratones. También introdujeron versiones diferentes de la enzima, en algunas ocasiones era combinada con agentes que disminuían su potencia, otras veces no. Y notaron que la formación de esos vasos sanguíneos tenía mucho que ver.


“Observamos el aumento y la disminución en la formación de vasos sanguíneos y establecimos que cuando los neutrófilos llevaban la enzima en su forma natural, los vasos en los tumores no dejaban de reproducirse, cada vez crecían más. De hecho, este crecimiento hace que los vasos sanguíneos se conviertan en una de las rutas de escape para estas células del tumor que van y se riegan más allá de su locación inicial”, explica Quigley.


Para los investigadores, que elaboraron distintas pruebas donde diferentes dosis y combinaciones eran suministradas, los tumores más agresivos dependían de su habilidad para atraer neutrófilos, sin embargo, cuando bloqueaban el flujo de neutrófilos en el área, no sólo reducían la angiogénesis sino también la metástasis.



“Nos parece que un agente anti-neutrofílico ayudaría más que un antiinflamatorio y en eso estamos trabajando”. 

Los resultados de la investigación fueron publicados en la edición de septiembre 2011 en el 

Diario Americano de Patología






*Periodista científica fundadora y directora de Editora Neutrina
editoraneutrina@gmail.com

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